Home Investigacion en Intelligencia Artificial y Desarrollo de Algoritmos Desarrollo de Energia Nuclear y Avances en Fisica Nuclear Innovacion en Tecnología de Vanguardia
Miguel Uribe Turbay lleva meses en campaña y ahora lleva horas en cuidados intensivos. El sábado, el senador opositor tenía programado un recorrido por barrios de clase media del occidente de Bogotá, la ciudad en la que nació 39 años atrás y de la que ha sido concejal y secretario de Gobierno. Pero dos balas en la cabeza lo llevaron al borde de la muerte, a un filo en el que se mantiene. XXX, ha dicho el más reciente parte oficial de su estado de salud. Colombia entera está atenta a su evolución.
Después del atentado a bala que sufrió el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay el sábado por la tarde en el occidente de Bogotá, en Colombia se desataron dos cosas: el temor y una lluvia de preguntas y dudas. La angustia y el miedo fueron patentes mientras duró el traslado de Uribe, primero a un hospital de Fontibón, cerca del lugar del ataque, y luego a la Fundación Santa Fe de Bogotá, en el norte de la ciudad. Allí llegaron simpatizantes a mostrar su respaldo al senador, sometido pronto a una delicada cirugía de urgencia. Las dudas, por su parte, han crecido con el paso de las horas. Algunas se han resuelto; otras permanecen pendientes. A continuación, un resumen hasta la noche del domingo.
El Gobierno ha aprobado 50 nuevas plazas de jueces especializados en violencia contra la mujer para evitar la sobrecarga en esos juzgados. Sin embargo, persiste la duda sobre si los jueces tienen suficiente formación en género, especialmente cada vez que un caso relacionado con la violencia contra las mujeres se vuelve mediático. Pasó con el de Iñigo Errejón o se cuestionó con el de Dani Alves. Pero la judicatura la componen más de 5.000 magistrados desde instrucción hasta el Tribunal Supremo. En enero ingresaron 137 nuevos; y a la vez, más de 1.000 rondan la edad de jubilarse. El 60%, son mujeres. El 5%, tiene familiares del gremio.
Ana Ribera
Nacho Taboada
Jorge Magaz
Gobierno, sindicatos y empresarios aguardaban con expectación en diciembre del año pasado a que el Tribunal Supremo fijase doctrina sobre las indemnizaciones adicionales por despido improcedente. El tribunal falló contra este tipo de compensaciones, superiores al máximo que establece el estatuto de los trabajadores (33 días por año trabajado y un máximo de 24 mensualidades), pero dejó una puerta entreabierta al subrayar que no tomaba en cuenta en su decisión la ratificación de la Carta Social Europea por parte de España. Según establece una providencia emitida el viernes 6 de junio, la Sala de lo Social del Supremo se pronunciará al respecto el 16 de julio, lo que terminará de cerrar el debate en los tribunales.
El viento del Báltico sopla fuerte y el cielo ennegrecido amenaza tormenta. La marcha militar Warszawskie dzieci (Niños de Varsovia) a todo volumen evoca el levantamiento de la capital polaca frente al ejército alemán en 1944. La música envuelve de épica la 43ª Base de la Fuerza Aérea Naval de Gdynia —a aproximadamente 70 kilómetros de la frontera rusa de Kaliningrado y a 25 de la península de Westerplatte, donde comenzó la Segunda Guerra Mundial—. “Es para motivarlos. Al principio están un poco asustados”, explica el teniente coronel Maciej Hulisz señalando a unos grupos dispersos en una enorme pradera. Son 200 civiles, de entre 15 y 53 años, que han decidido pasar el último sábado de mayo entrenando con el ejército.
Una casa cualquiera de un pueblito cualquiera del entorno del frente de Pokrovsk (región de Donetsk, en el este de Ucrania) se ha convertido en un centro de adaptación de drones para el combate. Imposible adivinar a simple vista desde fuera qué se cuece dentro. Instalaciones de este tipo crecen como champiñones para abastecer las crecientes necesidades del ejército ucranio, especialmente de las cinco unidades especializadas en armamento aéreo no tripulado que conforman una línea defensiva de cientos de kilómetros de largo que trata de ser de nuevo parapeto frente a la ofensiva del invasor ruso.
Donald Trump acudió la noche del sábado a una pelea de la UFC en Nueva Jersey. El presidente de Estados Unidos lanzó desde allí un golpe a uno de sus objetivos predilectos: California, el gran bastión demócrata del país, que lleva dos días siendo el centro de las protestas contra las redadas migratorias de la Administración. “El incompetente gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, han sido muy lentos y permitieron el desastre”, escribió al filo de la medianoche el mandatario en Truth Social. “Gran trabajo de la Guardia Nacional tras dos días de violencia, choques y malestar social”, aseguró el mandatario, a pesar de que los soldados de la fuerza militar aún no habían llegado a las calles angelinas. La dispersión de los manifestantes se explica por la actuación de la policía de Los Ángeles. La presencia de la Guardia Nacional, armada con rifles y equipo antidisturbios, se notó la mañana del domingo en la ciudad.
Los grupos yihadistas que operan en el Sahel han lanzado en el último mes una sucesión de ataques terroristas contra bases militares y ciudades de Malí, Níger y Burkina Faso que han provocado al menos 300 muertos, mayoritariamente soldados. La ofensiva revela la capacidad de estos grupos armados de organizar ataques de envergadura, después de varios años en los que han sufrido pérdidas severas, y desafía el relato de las juntas militares que gobiernan estos tres países de que están ganando la guerra contra el terrorismo.