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El Consejo de Ministros aprobará este martes la incorporación definitiva de los terrenos de la cárcel derruida de Carabanchel, en Madrid, a la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes), el organismo sobre el que el Ministerio de Vivienda pivotará sus políticas de ampliación y construcción del parque público en los próximos años. Esta transmisión se produce nueve meses después de que empezaran unos trámites que quedaron paralizados por el decaimiento del decreto ómnibus en el que se regulaban los términos en los que se llevaría a cabo la asignación de todos los terrenos a este organismo. Antes pertenecían al Ministerio de Interior.
Justo un minuto después de cesar a su consejera de Salud y Consumo el pasado miércoles, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno (PP), reconocía con tono solemne que al margen de los graves retrasos en el cribado del cáncer de mama, la sanidad pública andaluza hace agua. A solo ocho meses de las próximas elecciones autonómicas y con una manifestación de enfermas de cáncer en las calles pidiendo su dimisión, Moreno admitió que es necesario un cambio de rumbo radical para encauzar la crítica situación: “Haremos una renovación profunda de nuestro sistema sanitario. Auditaremos lo que haga falta auditar y cambiaremos todo aquello que detectamos que no funciona en esa estructura organizativa”.
Liliana Galindo (Bogotá, Colombia, 40 años) compara las terapias con sustancias psicodélicas para tratar la salud mental con una cirugía. “Es un cambio de paradigma. Antes dábamos medicación diaria, enfocada a tratar síntomas que en ocasiones causa efectos secundarios y con expectativa de tomarse por años. Este tipo de terapias requiere una inversión inicial importante, porque, además del fármaco, es necesario un terapeuta, un psiquiatra, una enfermera, que trabajen todos juntos, pero en un periodo corto, quizá de unos tres meses, para dar un tratamiento intensivo que busca ir a la causa de la enfermedad”. La experiencia de Galindo dice que el esfuerzo merece la pena. “En muchos casos hay una mejoría total”, afirma. Y cierra la analogía: “En una cirugía, se usa una anestesia para tolerar el dolor físico, el cirujano interviene y limpia la herida y después el cuerpo se cura. Aquí usamos una sustancia para abrir y tolerar el dolor emocional, ver la herida, procesarla y después la persona continúa con la mejoría, como en un postoperatorio”.
El mundo necesita con urgencia transformar la arquitectura de salud global tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cerrar USAID (la agencia de cooperación del país) y de abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS), y los recortes a la Ayuda Oficial al Desarrollo decretados por algunos países europeos. Esta es la principal conclusión de los líderes políticos, sanitarios y activistas que participan desde el domingo en Berlín el World Health Summit (Cumbre Mundial de la Salud) con el objetivo de impulsar la reforma de un sistema sanitario al borde del colapso y que, según consideran, no puede seguir dependiendo de la volatilidad de los donantes.
“Lo único que me queda es la oscuridad y la angustia por el futuro”, dice el personaje de Kostas Jaritos y cierra así La ira de los humillados (2025), la decimosexta entrega de las historias policiales firmadas por Petros Márkaris. Que el novelista griego, creador de este entrañable policía investigador al que le ha dado la responsabilidad de protagonizar cada una de las tramas en que se ha visto envuelto, lance al espacio semejante percepción de su contexto, reafirma lo que considero la mayor virtud de esta serie novelesca: la intención de su creador de trasmitirnos un turbio estado de ánimo colectivo por los destinos de nuestras sociedades, asoladas por tantas crisis. Se trata de un ejercicio cuasi sociológico que Márkaris ha tenido la capacidad y la habilidad de envolver en historias de carácter policial para hacernos tragar de un modo menos doloroso la tremenda píldora que siempre nos coloca en los labios.
Es domingo por la tarde y Demi Parte, artista que pertenece a la comunidad LGTBI+ y drag de Murcia, está a punto de entrar a la fiesta Shantay. Es el evento que proyecta en directo y en pantalla gigante un capítulo de la quinta temporada de Drag Race España en la sala La Mari Queen, en el corazón del barrio madrileño de Chueca. Cada semana, cientos de personas se reúnen en bares y discotecas de Madrid y Barcelona para ver unidas el espacio de Atresplayer, que se suma a otros contenidos LGTBI+ de la plataforma como las series Mariliendre y Veneno. “Los visionados de Drag Race son claramente el fútbol de los maricones… y de todo el colectivo”, comenta Demi Parte. “En provincia no suele haber fiestas así y por eso venimos a verlo aquí”, explica.
Uno de cada cuatro universitarios recibe una beca en España y, sin embargo, su comportamiento durante la carrera casi no se conoce. Apenas hay literatura científica al respecto y el laboratorio de ideas EsadeEcPol-Center for Economic Policy se ha propuesto remediarlo con una serie que arranca con ¿Quiénes son los beneficiarios de las becas y como avanzan a lo largo del periplo universitario? El perfil es muy claro: radicalmente femenino, muy joven, muy resiliente, más estudioso que la media y se decanta mayoritariamente por carreras de ciencias sociales o humanidades, que cuentan con una unas tasas de aprobados muy altos, si se compara con los de ingenierías o ciencias.