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Las listas de espera se usan a menudo para medir el desempeño de los sistemas sanitarios, pero ni son el único baremo ni permiten ver siempre una foto realista. De poco sirve que el tiempo de demora para una cirugía sea bajo, si las pruebas que conducen a ella se retrasan meses. Para la imagen completa sería necesaria toda la información. La mayoría de las comunidades autónomas publican las estadísticas de las pruebas diagnósticas (mamografías, radiografías, ecografías, análisis...), pero hay cinco que no lo hacen: Andalucía, Valencia, Baleares, Aragón y Navarra.
La imposibilidad de encontrar radiólogos para ejecutar el plan de choque y dar una solución a las mujeres afectadas por el escándalo de los cribados de cáncer de mama -2.000, según la Junta de Andalucía- está obligando a los especialistas en plantilla a trabajar tardes y festivos para poder cumplir con la fecha impuesta por el Gobierno de Juan Manuel Moreno y que a 30 de noviembre todas ellas se hayan podido hacer una segunda prueba que descarte o confirme que tienen un tumor, según trasladan fuentes sindicales. El problema es más perentorio en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde, también según la administración autonómica, se concentra el 90% de los casos y en el que hasta la fecha solo se ha podido cubrir una plaza de las cinco de radiología que se han ofertado.
“No se trata de criminalizar a nadie por su condición de inmigrantes”, declaró este martes el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, antes de presentar un plan sobre inmigración que, de nuevo, y en perfecta sintonía con Vox, volvió a vincular a la población extranjera con la inseguridad y el Código Penal. No fue la única contradicción en la que cayó el presidente de los populares, quien se apoyó en hipérboles para asumir el discurso de la extrema derecha sobre la necesidad de “proteger los valores y los recursos” de los españoles frente al “descontrol” de la comunidad inmigrante y así “salvaguardar la unidad, la estabilidad e identidad de España”. Pero más allá del tono y el relato, el plan del PP incluye medidas que ya están recogidas en la legislación actual. Estas son las claves del plan y el discurso del líder de la oposición.
Como ya se sabe, la enseñanza de nuestro pasado cercano y turbio, como fueron el régimen franquista y ETA, presenta unos déficits considerables. Sigue habiendo muy limitada información sobre ambos temas en las aulas de toda España. Por ello es de agradecer que se multipliquen iniciativas pedagógicas sobre estos temas tan controvertidos de nuestro pasado, sobre todo, entre las jóvenes generaciones, como es este caso de algunos centros financiados con dinero público en la Comunidad de Madrid.
La nueva tasa municipal de basura que pretende incentivar la reducción y el reciclaje de residuos en España se ha convertido en un quebradero de cabeza tanto para los ayuntamientos que tienen que cobrarla como para los vecinos que la pagarán. Supone una subida en lo que abonaban hasta ahora viviendas y negocios porque las directrices europeas y una ley estatal de 2022 obligan a que las arcas locales cobren el coste real de este servicio. La libertad de cada localidad para elegir cómo calcular su importe y a quién eximir o bonificar ha convertido la tasa, bautizada como tasazo o basurazo, en un laberinto administrativo y en un arma política.
La maternidad y la paternidad están atravesadas por cientos de mitos, modelos culturales, por la tecnología disponible y por la situación económica de cada época. Por ejemplo, que Ignatius Reilly viviera a los 30 años con su madre funcionaba en La conjura de los necios (novela publicada en Estados Unidos en 1980) como la señal definitiva de que el protagonista era alguien disfuncional, mientras que hoy en España esa convivencia sería algo normal y dentro de la media. Pero no es necesario recurrir a la excéntrica familia Reilly para mostrar los problemas de incomunicación que continuamente aparecen entre padres e hijos. Mucho más cerca, la película Cinco lobitos (2022), de Alauda Ruiz de Azúa, contiene varios de los silencios, malentendidos e incomodidades que surgen cuando unos padres en absoluto negligentes y una hija que atraviesa una mala racha se examinan de cerca.
Tras el éxito del Get ready with me (prepárate conmigo) llega el #morningshed, la rutina que garantiza un despertar radiante tras un extenuante protocolo de belleza nocturna que supera con creces la aplicación de un sérum o crema reparadora. “Cuanto más fea te vas a la cama, más guapa te despiertas”, afirma Ashley West en una publicación de TikTok que acumula más de nueve millones de visualizaciones mientras se deshace de un rulo rizador de seda capilar, una mascarilla antipapada con forma de correa atada a las orejas, sendos parches para la zona de las ojeras, una tira nasal y una pegatina con forma de labio sobre la boca. La publicación de West incluye una voz en off con la famosa cita de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York: “Quizás tengas que dejar atrás quién eras para convertirte en quien serás”. Una frase sacada de contexto, porque el cambio al que se refería Bradshaw era interior. Este es una de las versiones más simples que circulan por la plataforma del fenómeno #morningshed.
El Consejo de Ministros aprobó la semana pasada un real decreto para permitir, por vez primera en España, el uso terapéutico del cannabis en hospitales para determinadas dolencias frente a las que otros fármacos se hayan mostrado ineficaces. El texto es el resultado de cuatro años de trabajo desde que se constituyese en el Congreso una subcomisión encargada de su estudio y ve la luz tras un año de consulta pública del borrador.
“El Tercer Reich comienza a mil metros sobre el nivel del mar”, escribió el escritor y militar nazi Adam Wandruszka, según una cita que recojo del brillante libro de Pablo Batalla, La bandera en la cumbre, en cuya presentación tuve la suerte de participar hace unos días. Batalla se pregunta de cuántas maneras se puede subir una montaña: no con cuántos pies o piolets o cuerdas, sino con qué ideas en la cabeza. Entre los distintos tipos de montañismo de los que se ocupa (el liberal, el conservador, el feminista, el cristiano, el comunista, etcétera), se incluye también -claro- el fascista, que veía en las cimas un desafío a la voluntad y un alojamiento de los dioses, última frontera entre la tierra y el aire, como se anticipa ya en La luz azul, la hipnótica película de 1932 de Leni Riefenstahl. De la montaña a los fascistas les atraía lo mismo que horrorizaba a los primeros sherpas del Himalaya: el sacrilegio, la idea de destronar a los dioses para ocupar su lugar.
Reducir el problema de la Justicia española a un debate sobre el lawfare, los jueces conservadores o progresistas o su independencia e imparcialidad es interesante. Pero distrae. El gran problema judicial, el que más perjudica a los ciudadanos, es su atasco: es estructural, creciente, de los mayores de Europa y a lo que nunca se ha querido poner un remedio eficaz.