Home Investigacion en Intelligencia Artificial y Desarrollo de Algoritmos Desarrollo de Energia Nuclear y Avances en Fisica Nuclear Innovacion en Tecnología de Vanguardia
Dentro del historial de artistas que se han peleado en un escenario, una de las personas que más cuesta imaginar en ese extremo es J Mascis (Amherst, Massachusetts, Estados Unidos, 59 años; la J es por Joseph), voz y guitarra de Dinosaur Jr., banda emblema del rock alternativo desde antes del estallido del grunge. Paciente, contemplativo, radical en su economía de palabras y gestos, ver a Mascis reaccionando a algo con emoción bien merece recibirse como un acontecimiento por sus fans o por los periodistas que intentan entrevistarle. Pero en 1989, el hasta entonces también muy tímido bajista Lou Barlow provocó su ira. Una escalada de tensiones por el carácter autoritario y los insultos privados del líder llevó a Barlow a sabotear, de forma pasivo-agresiva, un concierto tocando todo el tiempo la misma nota. En pleno espectáculo, Mascis le empujó y golpeó contra la batería.
Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunciaron este domingo un acuerdo que evita una escalada comercial pero que deja un regusto muy amargo a este lado del Atlántico. A duras penas puede hablarse siquiera de “acuerdo” cuando la Unión acepta sin contrapartidas un arancel del 15% sobre el grueso de sus exportaciones a EE UU y se compromete además a comprar a aquel país energía por valor de 750.000 millones de dólares, a hacer inversiones no especificadas por otros 600.000 millones y a incrementar la adquisición de armamento estadounidense.
La combinación de sorpresa e inocencia a veces genera las mejores preguntas: las necesarias. En 1921, un joven judío polaco, estudiante de la Universidad de Lviv, leyó una noticia que le desazonó. Poco antes, el 15 de marzo, otro joven llamado Soghomon Tehlirian había asesinado en Berlín a un político. Tehlirian era un exiliado armenio y su víctima, Talat Bajá, había sido un poderoso exministro del Interior del Imperio Otomano que fue clave en el exterminio de hasta 1.200.000 armenios entre 1915 y 1916. El estudiante polaco preguntó a su profesor que cómo era posible que una persona fuese juzgada por matar a otra mientras que esta última había estado paseando en libertad después de ser responsable de aniquilar a tantos seres humanos. La respuesta del profesor fue simple: “Si un hombre tiene una granja de pollos y decide matarlos, no es asunto de nadie. Si intervienes, te estás metiendo en lo que no es asunto tuyo”. Lo que había hecho Talat era entonces no solo un delito sin castigo, sino también sin nombre.
Una ducha de agua fría. Buscar el lado más fresco de la cama. Bajar las persianas y abrir las ventanas cuando está más fresco. Tomar agua. Acercar el ventilador y ponerlo en distintas posiciones. Son opciones e inventos para refrescar el cuerpo, y la habitación, e intentar conciliar el sueño durante las altas temperaturas nocturnas de las últimas semanas. El mes de junio ha sido el más cálido desde que hay registro, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet); y durante ese mes y julio, el promedio de las temperaturas mínimas para todo el país ha estado por encima de lo normal.
El baloncesto femenino pedía a gritos una rivalidad de ese calibre. Caitlin Clark contra Paige Bueckers, la reina de Iowa contra la princesa de Minnesota. Dos mujeres blancas de la misma edad y estatura que comparten posición en la cancha y batieron plusmarcas de éxito precoz en el baloncesto universitario antes de dar el salto a la WNBA, la mejor liga del planeta. Clark fue la número uno en el draft de abril de 2024 y fue a parar a Indiana Fever, una franquicia en horas bajas a la que clasificó para los playoffs por primera vez en 10 años. Bueckers, tras romperse el ligamento cruzado y pasar año y medio en el dique seco, entre 2022 y 2023, fue número uno de abril de 2025 y aterrizó en Dallas Wings, un equipo sencillamente desastroso al que, gracias a ella, se le empieza a intuir un futuro brillante.
El 29 de julio de 2000, hace 25 años, Juan María Jáuregui, ex gobernador civil de Gipuzkoa y socialista, fue asesinado por ETA en su campaña criminal de “socialización del sufrimiento”. Pero apenas se conoce que, solo cinco años antes, él y su esposa, Maixabel Lasa, sobrevivieron a un atentado de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) y dos décadas antes fue encarcelado dos veces por la dictadura franquista. Ignacio Latierro, cofundador de la librería donostiarra Lagun y exmilitante del Partido Comunista de Euskadi con Jáuregui, atribuye esta singularidad a “su firme defensa del Estado de derecho frente al franquismo, al terrorismo y a la razón de Estado que esgrimían los GAL”. Maixabel Lasa, su viuda, exdirectora de la Oficina de Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco, recalca el compromiso político y cívico de su marido, asesinado a los 48 años. “Defendió los derechos humanos por encima de intereses partidistas y personales. Fue un político atípico. Vivió de su profesión. Además de concejal socialista en Tolosa [Gipuzkoa], su único cargo público fue gobernador civil durante dos años y lo utilizó para resolver problemas de la gente”.
Mientras las grúas trazan el nuevo skyline de Tetuán, los vecinos del distrito buscan en vano sombra bajo un árbol inexistente. La irrupción de promociones inmobiliarias ha sumado cientos de nuevos residentes al que ya es el distrito más densamente poblado de la capital y el de menos calles arboladas, según datos del Ayuntamiento. Los pocos solares públicos han salido progresivamente a la venta, como ha denunciado la asociación local de vecinos, que lucha porque el desarrollo urbanístico no crezca a expensas del espacio público.
El tiempo pasaba, pero la página seguía en blanco. “A ver si escribes algo”, le espetó la maestra. Había dado a la clase tres opciones entre las que elegir, y añadido incluso una cuarta: redacción libre. Aun así, aquel chiquillo no avanzaba. “Era un poco desgraciado”, reconoce Sergio Ruzzier, que tenía entonces nueve años. Ese día, para más inri, dice que se encontraba “especialmente lento”. Hasta que tuvo una ocurrencia: “¿Puedo hacer un cómic?”. En un colegio de mediados de los setenta ―y probablemente hoy―, la negativa estaba cantada. Salvo para la señora Santarelli: “Si lo haces seriamente”.
En El asesinato del profesor Schlick, el filósofo y divulgador David Edmonds cuenta la historia del Círculo de Viena. Los pensadores que formaban parte del grupo, asociados al empirismo o positivismo lógico, se reunían en la ciudad austriaca en los años veinte y treinta del siglo pasado. Eran muy distintos y a veces ni se llevaban bien, pero compartían algunos objetivos. Entre ellos, estaba que la filosofía estuviera al servicio de la ciencia y se alejara de la metafísica, y de sus afirmaciones imposibles de verificar y, por tanto, carentes de sentido.