Home Investigacion en Intelligencia Artificial y Desarrollo de Algoritmos Desarrollo de Energia Nuclear y Avances en Fisica Nuclear Innovacion en Tecnología de Vanguardia
Los expedientes se acumulan en la oficina de Carmen del Valle, quien tiene la misión de unir corazones solitarios. Del Valle, de 56 años, es la fundadora de Harmony, una agencia matrimonial que opera cerca del parque de El Retiro, en Madrid, y que en los últimos años ha visto un interesante giro en la edad de sus clientes. Bajo la promesa de unir vía teléfono móvil a millones de personas solteras, aplicaciones como Tinder rivalizaron durante casi una década con los negocios como Harmony. Ahora, tras una evidente desilusión por estas plataformas, las agencias de citas han notado que a las oficinas llegan jóvenes que no han cumplido los 30, un segmento que nunca antes había confiado en la figura del matchmaker, casamentera en inglés.
No pocos novelistas y cineastas se han fijado en que el ajedrez puede ser una magnífica vía de escape o refugio para mentes atormentadas por el sufrimiento en general, la enfermedad (incluida la mental), la prisión, la tortura… Aciertan plenamente al inspirarse de ese modo porque insignes ajedrecistas son ejemplos de ello. Uno de ellos es el compositor checo Mario Matous (1947-2013), quien sufrió la faceta más cruel de los regímenes comunistas del Este de Europa en la segunda mitad del siglo XX.
De un tiempo a esta parte, los veranos se cuentan por temporadas de The White Lotus, la serie de HBO que parodia el estilo de vida de los muy ricos en paraísos vacacionales. Con cada entrega, la serie viraliza destinos, frases memorables e incluso las derivas eróticas de sus protagonistas: este año la polémica llegó con un trío en el que el personaje de Patrick Schwarzenegger —el hijo gymbro de un millonario de las finanzas— se embarcaba junto a su hermano pequeño —encarnado por un angelical Sam Nivola— y la atractiva Charlotte LeBon. El desenlace de la escena —Nivola termina masturbando a Schwarzenegger—, desató un vendaval en las redes. Los más conservadores criticaban la deriva moral (“¿INCESTO? ¿En serio? Cuenten con un fan menos”, tuiteó un televidente), pero muchos otros celebraron el lado lúdico de la ficción.
Si tuviésemos que definir Los Goonies con una frase podríamos decir: es la historia de un grupo de niños que busca un tesoro. Que 40 años después sigamos hablando exhaustivamente de ella, sigan adorándola los que la vieron en su estreno en el verano de 1985 y haya seguido incorporando espectadores de nuevas generaciones, evidencia que es mucho más. En primer lugar supone una inusual mezcla de géneros: thriller, aventura, humor y terror, además de temáticas que van desde la amistad al primer amor o el final de la infancia. Como señaló The Independent en este tiempo en el que los éxitos de cine de entretenimiento adolescentes son secuelas o precuelas, “Los Goonies parecían 15 películas originales diferentes que se precipitaban una tras otra, saltando de un género a otro”.